En comparación con la red 4G, el 5G ofrece una banda ancha móvil mejorada (eMBB), comunicaciones ultrarreliable de baja latencia (URLLC) y comunicaciones masivas de tipo máquina (mMTC). Estas tres características definen lo que es el 5G e implican los requisitos básicos para los dispositivos de almacenamiento que funcionan en una red 5G. Debido al hecho de que las señales de frecuencia más alta son fácilmente bloqueadas por obstáculos, la microinfraestructura desempeña un papel crítico en la expansión de la cobertura de la red, garantizando un rendimiento de alta velocidad y asegurando una alta confiabilidad. Por lo tanto, los dispositivos de almacenamiento confiables son fundamentales para operaciones eficientes.